El que pone la fe en el corazón de sus servidores, protege a quienes buscan refugio en El y da tranquilidad.
Él es el Santísimo Consolador, el Protector de quienes toman refugio en Él. La fe es la seguridad que protege a uno de todos los peligros; en consecuencia es el más grande de los dones de Allah. La ausencia de temor en el corazón del creyente está en proporción al grado de su fe.
Los hombres tenemos enemigos que continuamente intentan dañarnos, perturbar nuestra paz, conducirnos al desvío. Los peores de esos enemigos son nuestros propios egos y el maldecido Demonio. Los tiranos, los calumniadores y los envidiosos vienen después de ellos. Cuando uno dice "Me refugio en Allah", está tomando refugio en el atributo de "al-Mu'min". El no rechaza a nadie que se refugie en Él. Sin embargo, para tener fe en "al-Mu’min.", uno ha de tener fe para comenzar. Dentro del Islam hay tres grados de fe:
1. Confirmación de nuestra fe mediante nuestras palabras, de modo que otros puedan escuchar que nosotros creemos en Allah, en Su Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él) y en la verdad de todo cuanto él hace y dice.
2. Confirmación por nuestros propios actos; hacer aquello que es legítimo, y abstenerse de lo ilegítimo.
3. Confirmación por el corazón; la firme creencia, sin ninguna condición ni duda, en la verdad de las tradiciones del Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él).
Lo que es esencial es la fe en el corazón. Si eso nos abandona, quiera Allah protegernos, uno se convierte en uno de los infieles. Aquél que confirma su fe con sus palabras mientras su corazón no está con Allah es un mentiroso. Quien retrocede hasta actuar como si creyera, es un hipócrita. Si él es un creyente en el corazón, y por alguna razón no puede declararlo o no puede actuar de acuerdo con su fe, es aún un creyente.
Vigile su fe y sus acciones como creyente. Este es el reflejo de "al-Mumin". Sea aquél confiable en el cual otros encuentran seguridad.
Sea aquél que no niega ayuda a quienes toman refugio en El, y usted degustará el sabor de "al-Mu'min", el Más Amparador.
"Abd al-Mu'min" es aquél a quien ha sido dado refugio por Allah de todos los desastres, dolores y castigos. La propiedad, el honor y la vida de otros, están seguros con él y es puesta a cubierto por este servidor en quien el nombre de "al-Mu'min" se ha manifestado.
Allah protegerá de cualquier calamidad, desgracia o pérdida a quien recite este Nombre 630 veces en momentos de temor. Si alguien lo escribe (en papel o en un anillo de plata) y lo conserva (como talismán), pone en manos de Allah su seguridad física y espiritual.
Él es el Santísimo Consolador, el Protector de quienes toman refugio en Él. La fe es la seguridad que protege a uno de todos los peligros; en consecuencia es el más grande de los dones de Allah. La ausencia de temor en el corazón del creyente está en proporción al grado de su fe.
Los hombres tenemos enemigos que continuamente intentan dañarnos, perturbar nuestra paz, conducirnos al desvío. Los peores de esos enemigos son nuestros propios egos y el maldecido Demonio. Los tiranos, los calumniadores y los envidiosos vienen después de ellos. Cuando uno dice "Me refugio en Allah", está tomando refugio en el atributo de "al-Mu'min". El no rechaza a nadie que se refugie en Él. Sin embargo, para tener fe en "al-Mu’min.", uno ha de tener fe para comenzar. Dentro del Islam hay tres grados de fe:
1. Confirmación de nuestra fe mediante nuestras palabras, de modo que otros puedan escuchar que nosotros creemos en Allah, en Su Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él) y en la verdad de todo cuanto él hace y dice.
2. Confirmación por nuestros propios actos; hacer aquello que es legítimo, y abstenerse de lo ilegítimo.
3. Confirmación por el corazón; la firme creencia, sin ninguna condición ni duda, en la verdad de las tradiciones del Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él).
Lo que es esencial es la fe en el corazón. Si eso nos abandona, quiera Allah protegernos, uno se convierte en uno de los infieles. Aquél que confirma su fe con sus palabras mientras su corazón no está con Allah es un mentiroso. Quien retrocede hasta actuar como si creyera, es un hipócrita. Si él es un creyente en el corazón, y por alguna razón no puede declararlo o no puede actuar de acuerdo con su fe, es aún un creyente.
Vigile su fe y sus acciones como creyente. Este es el reflejo de "al-Mumin". Sea aquél confiable en el cual otros encuentran seguridad.
Sea aquél que no niega ayuda a quienes toman refugio en El, y usted degustará el sabor de "al-Mu'min", el Más Amparador.
"Abd al-Mu'min" es aquél a quien ha sido dado refugio por Allah de todos los desastres, dolores y castigos. La propiedad, el honor y la vida de otros, están seguros con él y es puesta a cubierto por este servidor en quien el nombre de "al-Mu'min" se ha manifestado.
Allah protegerá de cualquier calamidad, desgracia o pérdida a quien recite este Nombre 630 veces en momentos de temor. Si alguien lo escribe (en papel o en un anillo de plata) y lo conserva (como talismán), pone en manos de Allah su seguridad física y espiritual.
(La explicación a este nombre lo he sacado de WebIslam, ya que la fuente habitual de esta serie, el libro The Most Beautiful Names of Allah de Samira Fayyad Khawaldeh, está erróneo en este punto ya que no ha entendido bien el nombre)
un saludo
islamespañol
27 de marzo de 2009, 10:15